Como un proceso de comunicación con nosotros mismos, los sueños nos envían constantemente información, intentando equilibrarnos y ayudarnos. Este proceso se da todo el tiempo, en ocasiones sin darnos cuenta, atendemos a estos mensajes o simplemente de forma consciente resolvemos las diferentes situaciones que se nos van presentando o modificamos nuestros comportamientos. Pero en otras ocasiones, hacemos caso omiso a esta comunicación, persistimos en no atender eso que se nos advierte o nos mantenemos en la situación que nos daña; es ahí cuando el inconsciente no tiene otra opción que hablarnos fuerte para permitir una movilización. Es así que una pesadilla es un “grito” de nuestra psique, muy importante de entender y atender.
“Las pesadillas son gritos de nuestro interior”