Los sueños hacen parte del funcionamiento de nuestra psique, la cual tiende siempre a generar un equilibrio, en ese sentido, todos soñamos, todas las noches. Hay diferentes razones por las cuales no recordamos los sueños; físicas, psicológicas y espirituales. Desde lo físico está asociado a los ciclos del sueño, y a simples factores que pueden interrumpirlo (hábitos, luz, temperatura, ruido, comodidad, enfermedad, hambre, indigestión, etc.) o a trastornos del sueño de tipo crónico y específico. Desde lo psicológico a procesos de represión, cosas que no queremos o no podemos ver, relacionadas a la información que nos presenta nuestro inconsciente, o a desequilibrios en el funcionamiento de la psique. Desde lo espiritual, es esa falta de comunicación con nosotros mismos, la ausencia de procesos de introspección y la falta de conexión con la consciencia divina o universal. Hay diferentes técnicas que pueden ayudarnos a recordar los sueños; escribirlos tan pronto nos despertamos, grabarlos, contarlos a alguien lo mas pronto posible, tratar de hacer un registro de los mismos en el momento que nos despertemos (ojalá con ojos cerrados). También se puede hacer una acción de intención de recordar los sueños antes de ir a dormir, e incluso pedir guía sobre alguna situación particular. Los procesos de meditación, oración o relajación antes de dormir, también ayudan a que recordemos nuestros sueños.